Esta instalación se inspira en los comienzos de mi relación laboral y personal con José Piñero: la agencia Imaginarte me encargó una serie de retratos de él, destinados en varias publicaciones de la empresa, uno de los cuales se convirtió en una original tarjeta de visita que podías personalizar a tu gusto.
El propio Piñero es la mejor representación de su marca. Tiene una imagen y unas caracteristicas físicas poderosamente memorables que él cuida y proyecta muy bien.
Para mí el retrato es una de las especialidades más apasionantes de la fotografía. Poder profundizar en la personalidad del sujeto retratado es siempre un reto y no siempre puedes llegar al fondo. Fotografiar José Piñero es todo un placer, porque enseguida abre su mirada pícara y cómplice a la vez y entra al juego al mil por ciento.
Toni Miranda